Lo narrado por el Profr. Esteve en su escrito, me resulta muy familiar, partiré del hecho de que el aprendizaje es un compromiso. En mis inicios en ésta profesión, también tenía ésas grandes dosis de ansiedad y angustia, en ése entonces yo era la única maestra que daba clases a nivel medio superior en la localidad ( Matachí, Chih. ) y contaba con alumnos de todas las edades, hasta mayores que yo, por lo que pasaba por momentos de verdadera preocupación, llevaba registradas todas mis clases en cuadernos, uno por cada materia y estudiaba todas las tardes por el temor de que me fueran a preguntar algo y no saber que contestar; lo bueno es que con todo lo que me preparé me empecé a sentir segura y al paso del tiempo me relaje y observé que mi tarea docente no sólo era el de transmitir conocimientos, sino involucrarme con los problemas de la gente que asistía a la escuela, ya que me comentaban las situaciones por las que estaban pasando, lo que me iba dando ideas para inmiscuirlas como ejemplos en clase, resultó que se les hacía atractiva y de ésta forma participaban activamente, ofreciendo sus puntos de vista y posibles soluciones a los cuestionamientos que hacía.
Que cierto lo de ser maestro de humanidad, a la gente nos gusta ser escuchados, que sientan empatía por uno, sobre todo los jóvenes que están viviendo cambios constantemente y el saber escuchar sus vivencias y problemas, me ha servido enormemente para ganarme su confianza y poder fomentar y en algunos casos reforzar los valores de los que constantemente decimos están carentes los adolescentes, porque como de todos es bien sabido, mi estado pasa por un alto índice de criminalidad, por lo que en las pláticas que constantemente tengo con los jóvenes, hago mucho hincapié que si bien, los que estudiamos no tenemos una vida con lujos, nuestro trabajo nos permite vivir con dignidad y tranquilidad, que el dinero que nos ganamos lo obtenemos de una labor que en mi caso es muy gratificante y sobre todo que me gusta lo que hago, porque también resalto el hecho de que cuando egresen de la educación media superior, se orienten a una profesión que realmente les guste, disfruten y puedan tener campo de acción en la misma.
Como dice el texto, debemos tener presente que en nuestra profesión lo mas importante son nuestros alumnos, ellos son muy analíticos y observadores, por lo que cada paso que doy en el plantel, lo hago estando consciente de mis actitudes y en lo personal me ha llenado de satisfacciones cuando veo que muchos de mis alumnos me reconocen como un ejemplo de vida a seguir.
Que cierto lo de ser maestro de humanidad, a la gente nos gusta ser escuchados, que sientan empatía por uno, sobre todo los jóvenes que están viviendo cambios constantemente y el saber escuchar sus vivencias y problemas, me ha servido enormemente para ganarme su confianza y poder fomentar y en algunos casos reforzar los valores de los que constantemente decimos están carentes los adolescentes, porque como de todos es bien sabido, mi estado pasa por un alto índice de criminalidad, por lo que en las pláticas que constantemente tengo con los jóvenes, hago mucho hincapié que si bien, los que estudiamos no tenemos una vida con lujos, nuestro trabajo nos permite vivir con dignidad y tranquilidad, que el dinero que nos ganamos lo obtenemos de una labor que en mi caso es muy gratificante y sobre todo que me gusta lo que hago, porque también resalto el hecho de que cuando egresen de la educación media superior, se orienten a una profesión que realmente les guste, disfruten y puedan tener campo de acción en la misma.
Como dice el texto, debemos tener presente que en nuestra profesión lo mas importante son nuestros alumnos, ellos son muy analíticos y observadores, por lo que cada paso que doy en el plantel, lo hago estando consciente de mis actitudes y en lo personal me ha llenado de satisfacciones cuando veo que muchos de mis alumnos me reconocen como un ejemplo de vida a seguir.
Miriam.
ResponderEliminarPrimero que todo deseo saludarte, decirte que tú aventura de ser maestra tiene contacto con la mía, cuando hablas de esos grados de ansiedad rodeados de los sentimientos encontrados que causa un nuevo reto.
Comparto contigo también la idea de que este sentir se convierte en un impulso positivo para continuar la preparación y destacar la vocación
Miriam, la aungustia es el principal rasgo que hemos experimentado quizá todos, pero más bien los docentes responsables de su labor. Cuando no existe esa angustia no se tiene la preocupación de que las cosas salgan bien. Te felicito por lo bien elaborado de tus trabajos, mismos que son un ejemplo a seguir. Saludos.
ResponderEliminar